miércoles, 16 de enero de 2008

Ensayo: Una mirada a la realidad escolar y la teoría constructivista.

¿Y la escuela

Constructivista?

En la actualidad se habla del constructivismo como la forma adecuada de enseñar contenidos, pero, ¿en las escuelas se ve esto?

Por Andrea Bonsi

Se está hablando de que la escuela se encuentra en una etapa de transición ya que se está dejando de lado el modelo conductista, en el cual se pretendía que los chicos retuvieran la información por lo menos hasta el momento de “volcarlo” en una prueba generalmente escrita y debían reproducir tal cual lo enseñado, los alumnos eran una “tabula rasa” en la que se imprimían, supuestamente, los conocimientos, y era así como ellos aprendían, siendo pasivos y aceptando, sin cuestionar la palabra del docente ya que era este último el único que poseía el saber.

Sin embargo en este momento nos hallamos pretendiendo adoptar el modelo constructivista, en el cual es el propio sujeto que construye el aprendizaje con la ayuda del docente guía que le brinda las herramientas necesarias para ello.

¿Pero qué sucede actualmente en las escuelas?

Podremos hacer un análisis, pero hagámoslo desde el área de Lengua uno de los pilares para nuestro desarrollo social ya que mediante ella nos comunicamos, entretenemos y divertimos entre otras cosas, porque una visión general no nos permitiría detallar paso a paso lo que sucede, además es allí donde se ven mayores falencias y constituye el objeto de este trabajo.

La enseñanza de la Lengua con el primer modelo “era” (ya que después veremos que no es tan del pasado) de la siguiente manera:

  • Respecto a la lectura: los chicos debían hacerla en voz alta, sin omitir ninguna letra y sin “inventar” ninguna palabra ya que esto sería una evidencia de que no se sabe leer, además los “textos” que leían no tenían otra función sino la de que se aprendiera a leer y no eran ni cuentos, ni leyendas, ni textos informativos, generalmente eran redacciones con escaso sentido para los chicos cuyo único fin era leerlas correctamente.
  • Respecto a la escritura: aprendían primero por las letras más “fáciles” que eran las vocales y luego las consonantes, para cual se armaban “textos”, que en realidad eran sólo oraciones sin o con poco sentido en los cuales se repetían la mayor cantidad de veces posibles las consonantes que se pretendía enseñar un ejemplo de esto es: “mi mamá me mima” o “mi mamá amasa la masa” también se picaba papelitos, se pintaba la letra y se escribían dos o tres renglones con ella.

Por otro lado se les pedía que realizaran composiciones que no tenían formato alguno y en las que los alumnos escribían lo que pensaban que el docente quería; es decir, escribían por conformar al maestro y no por gusto o con un fin específico; para comprobar si sabían escribir debían hacerlo copiando correctamente del pizarrón o al dictado y un error ortográfico en más de una ocasión en la misma palabra implicaría escribir varios renglones de esta, además se les enseñaba las reglas ortográficas como algo paralelo al texto y los chicos no podían establecer relaciones porque veían esto como dos cosas diferentes y sin poder encontrar o establecer semejanzas o aplicación del uno respecto del otro como dos mundos sin conexión.

Ahora bien veamos lo que propone el modelo que se está intentando implementar en las aulas y comencemos desde la lectura: hoy en día sabemos que los chicos viven rodeados de “letras” las cuales forman palabras con las que ellos interactúan constantemente logrando reconocerlas sin que les presente alguna dificultad, debido a que si ven, por ejemplo, una botella de gaseosa y alguien les dijo cuál era la marca, lograrán reconocerlas en otra situaciones y lo aplicarán haciendo saber que ellos “saben” lo que allí dice porque esa experiencia está cargada de significatividad, debido que esto sucede a diario en su vida. Es por esto que los chicos aún sin saber leer pueden comprender lo que se expresa en un afiche por ejemplo, ya que se ponen en juego no sólo la información no visual de la que habla Smith (sentimientos, dudas, miedos, conocimientos, etc.) sino también la información visual ya que las letras no andan sueltas por ahí sino que se encuentran en un portador determinado y con una función determinada, y ellos al conocer algunas letras hipotetizan sobre lo que puede decir porque empieza como… o porque termina como… Con estas pistas, la guía del docente y sus compañeros comprenden lo que expresa el texto en cuestión, que puede ser de cualquier tipo que ellos conozcan y observen a diario, y no estar preparando, permítame la expresión “pavadas disfrazadas de textos” para que supuestamente aprendan a leer cuando en realidad lo único que provocan es dificultar la lectura porque no hay una apropiación del contenido y se encuentra “en el aire” sin poder establecer relaciones con sus saberes previos.

Por otra parte debemos tener en claro los objetivos para los que se lee, y a través de esto desarrollar el lenguaje, por ejemplo, pero hay que tener en cuenta que no sólo se deben lee cuentos en la escuela, ya que los niños son capaces de interpretar textos diversos, no los menospreciemos, ellos pueden simplemente debemos fomentar la posibilidad de interactuar con múltiples discursos.


Todo muy lindo pero: ¿cómo se si aprendió o no a leer, a unir las palabras y construir sentido? ¿Sólo se logra saber esto si leen en voz alta y sin equivocaciones?

No, aunque estoy de acuerdo en que se aprende a leer leyendo y discúlpenme por decepcionarlos, pero no es necesaria ni obligatoria la lectura en voz alta, tampoco hay que desecharla, ya que se debe realizar si algún niño muestra interés o gusto por comunicar a los demás algo sin ser necesario que todos los alumnos cuenten con el material, pero esto no es requisito indispensable para determinar si saben o no leer ya que leer es construir sentido de lo que el texto expresa.

¿Cómo sé si construyeron el sentido del que se está hablando? Seguramente a través de preguntas.

No, nuevamente debo negarme a esta única forma que se ha implementado para “comprender” un texto, porque por lo general, la primera pregunta corresponde al primer párrafo o renglón y así sucesivamente avanzando en el material sin requerir ningún esfuerzo cognitivo, ya que esto es mera transcripción. Se podría realizar alguna pregunta, mejor si es en forma oral así todos colaboran en la construcción de la respuesta, donde deban inferir, hipotetizar a partir de lo que leyeron y sin que exista una sola respuesta posible sino que surja de la interpretación.

Veamos lo que sucede con la escritura: como ya dije se los hace o “hacía” escribir para conformar al docente cosa que a los niños no les resulta o “resultaba” significativo ni atractivo, es más lo ven o lo “veían” como una carga, lo hacen o lo “hacían” generalmente para aprobar, es por esto que se propone el tener en cuenta que en la vida diaria se escribe -y ellos escriben- por diversos motivos pero con un objetivo y en donde existe un emisor (ellos) y un receptor real, escriben por y para algo no para conformar a nadie; por esto es necesario el “traer” a la escuela lo que ellos vivencian pero no como un “teatro”, no hagamos de la escritura un fetiche, para seguir haciendo como que si le escribimos a alguien, sino que para escribirle a alguien con un propósito y no por que sí nada más.

Ahora bien: ¿qué sucede en las aulas hoy? La mayoría de los docentes que pude observar piensan, o en realidad no quieren pensar, en otra posibilidad que no sea la conductista para enseñar los contenidos, no sólo de esta área sino en general, creo que esto se debe a que tendrían que ponerse a “trabajar” un poco más en sus planificaciones, si es que las realizan, como así también tener en cuenta que no se llega a todos de la misma forma y esto les demandaría mayores esfuerzos cognitivos y físicos porque deberían dedicarle más tiempo ganas y además no es tan fácil romper con tan arraigada y cómoda forma de enseñar.

También debemos tener en cuenta, y cuidado de no caer en facilismos, como intentaré demostrar que sucedió en el siguiente caso o quizás es sólo una mala interpretación de “nuestro modelo de enseñanza”.

En una escuela de la zona, en segundo año EGB1 la docente a cargo les dijo a sus alumnos que copiaran una serie de palabras (no sé cual era el objetivo de la clase) entre ellas se hallaba “vaca”, un nene la copió así: “baca” al llegar a su casa su padre le revisó el cuaderno y le preguntó por qué había escrito esa palabra así y se la hizo corregir. Luego de varios días el chico volvió a escribir, en más de una oportunidad “baca” y la maestra le había corregido como bien la actividad pero no el error de ortografía, a raíz de lo cual, el padre decidió ir a la escuela a preguntarle, porque no le corregía el error a su hijo a lo que ella respondió: “yo no les puedo corregir los errores, ellos se tienen que dar cuenta solos cómo se escribe”

Es entonces es cuando me pregunto ¿cómo es posible que se dé cuenta si ni si quiera sabía que no se escribía así? ¿si ella no les brindó las herramientas necesarias, cómo podría hacerlo solo?

Debo decir que nuestra tarea no implica el “dejar hacer lo que los chicos quieran porque deben darse cuenta solos”, nuestra función es ayudarlos, guiarlos para que entonces puedan construir saber.. Cómo puedo pretender que alguien descubra si hizo algo mal si no sabe lo que está mal o lo que está bien, es por ello que debo establecer pautas, permitirle reflexionar, dejarlo que se descubra, pero estando ahí para ayudarlo, decirle y explicarle lo que es correcto y lo que no, esa es nuestra función enseñarles pero ayudándolos no dándoles verdades acabadas porque cada vez que lo hacemos no permitimos que sean ellos los que las reconstruyan.

Después de todo este análisis me doy cuenta que la escuela constructivista no se encuentra en las aulas hoy quizás mañana pero debemos ser conscientes que eso depende de nosotros ya que somos “la semillita” que fueron formando y brindándoles herramientas para que seamos fuertes, no nos dejemos doblegar por el facilismo de la escuela tradicional y contagiemos con alegría y fundamentos esta “nueva” forma de transmitir saber aunque se nos critique y menosprecie todo está en nosotros así que ¡¡¡MANOS A LA OBRA!!!

(Ensayo producido como Trabajo Final de 3er. año del Profesorado 2007, en el Espacio Curricular: Apoyo Disciplinar a la Residencia Lengua)

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